SALUD OCUPACIONAL. AMBIENTES DE TRABAJO
Bienestar laboral
Un buen ambiente de trabajo no depende únicamente de su decoración, sino de la comodidad, iluminación y buena circulación de aire que ofrece. Marcadores, líquido corrector e incluso hojas de papel pueden ser elementos tóxicos si no sabemos disponer de ellos y darle un uso adecuado.
En 1982, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acuñó el término síndrome de edificio enfermo, para identificar aquellos inmuebles en los que un porcentaje de más del 20% de personas experimentan efectos agudos sobre la salud y el bienestar. Unos veinte años más tarde, el término sigue dando de qué hablar, sobre todo en oficinas y edificios comerciales, donde las molestias por intoxicación o contaminación son comunes.
"Un edificio enfermo puede determinarse por varios factores, sin embargo cuando hay indicios seguidos de alergias entre el personal, es bueno hacer una investigación"
TOXICIDAD Y MANEJOS
Los altos niveles de contaminación en las oficinas o áreas laborales podrían afectar la salud. Datos de la OMS estiman que estos tóxicos o contaminantes de edificios enfermos podría ocasionar molestias entre un 10% a 30% de sus ocupantes.
No obstante, la responsabilidad también recae en el uso que cada quien le dé a los útiles que maneja.
Sin ánimos de alarmar a la comunidad, casi todo lo que nos rodea son elementos tóxicos, incluso lo que comemos. Sin embargo, la forma en que disponemos de estos elementos también influye en la forma en que nos afectará a nivel físico.
Desde algo tan trivial como dejar un marcador destapado o un bolígrafo expuesto por mucho tiempo a la luz solar, podría ser un detonante de alergias u otro síntomas como picazón y brotes en la piel, incluso productos "habituales e inofensivos" como jabones, detergentes y ciertos metales pueden ser causales de la llamada dermatosis profesional, un tipo de dermatitis o inflamación de las capas superficiales de la piel, "producidas, condicionadas, mantenidas o empeoradas por el trabajo".
DR: Jose A. Salem. MD